Ideología de Simone Weil (muy buen trabajo)

"¿Quiénes eran los tontos que difundieron la historia de que la fuerza bruta no puede matar las ideas? Nada es más fácil. Y una vez que estén muertos no son más que cadáveres." 

Simone Weil fue una filósofa francesa, considerada una de las tres filósofas más importantes del Siglo XX, influenciada en su tiempo por Marx y por Gandhi y mística cristiana.

Entre sus libros más importantes se encuentran Reflexiones sobre las causas de libertad y de la opresión social (su obra más importante), La condición obrera (libro que escribió mientras trabajaba como obrera en una fábrica de coches, y dónde convivió con muchos obreros y obreras), Nota sobre la supresión general de los partidos políticos (precedido por Desterrar los partidos políticos de André Bretón), etc., de dónde se pueden obtener algunos de los argumentos más importantes que sustentan la filosofía de Weil.

De una carta escrita por Simone Weil hacia Albertine Thévenon, una amiga suya, dónde Weil dice hasta qué punto la vida de un obrero es de esclavitud, se obtiene el siguiente fragmento:

“Existen dos factores en esta esclavitud: la velocidad y las órdenes. La velocidad: para realizarse hay que repetir movimiento tras movimiento a un ritmo que, al ser más rápido que el pensamiento, impide dar libre curso no solamente a la reflexión sino también al ensueño. Al instante frente a la máquina, hay que matar el alma durante ocho horas diarias, y matar el pensamiento, los sentimientos, matarlo todo… Las órdenes: desde que se entra hasta que se sale puede recibirse cualquier orden. Hay que callarse siempre y obedecer. La orden puede ser dolorosa, de difícil ejecución, o aun de ejecución imposible. También dos jefes pueden dar órdenes contradictorias. No importa: callarse y someterse”… En estas condiciones no se puede ser “consciente”. Puede alguna vez alcanzarse la “fraternidad humana” por medio de una mirada, una sonrisa pero, hay muy poca solidaridad”. 

Nos encontramos aquí con un silogismo disyuntivo, ya que Weil habla de la forma en la que los obreros llegan a convertirse en esclavos; pues su única alternativa es "callarse y someterse" y de los dos factores que hacen al obrero un esclavo. Siendo deductivo este argumento, es válido, y expresa la realidad en ese momento, lo que puede no gustarle a la gente. Sin embargo, basa esta ideología en algunas falacias marxistas y llega al radicalismo, lo que hace a este argumento como poco aceptable ya que propone que no hay salida para el obrero. Más adelante (cosa que ni Marx ni Weil sabían) el socialismo cesaría con la opresión, y este argumento perdería con el tiempo de credibilidad, mas en esa época, era no más que la verdad.

Del libro Nota sobre la supresión general de los partidos políticos (1950) se obtiene el siguiente fragmento:

"La democracia no acaba de cuajar por culpa de la naturaleza misma de los partidos políticos. Estos tienen tres características esenciales que no la dejan prosperar. Una, son máquinas de fabricar pasiones colectivas; dos, son organizaciones creadas para eliminar cualquier tipo de pensamiento alternativo entre sus miembros y, tres, el único fin de un partido político es su propio crecimiento sin límite. Si se suman las tres características se puede comprobar que “todo partido es totalitario en germen y en aspiración”. Un partido está diseñado para buscar no el bien común, sino el poder total. El único límite a sus ambiciones es, naturalmente, otro partido."

En este caso nos encontramos con varias falacias que parecen formar un argumento bastante fuerte. Para empezar hay una gran falacia de generalización precipitada (Ad populum); "Un partido está diseñado para buscar no el bien común, sino el poder total", y aquí generaliza a todos los partidos políticos y llegando a una falacia, al mismo tiempo es un argumento circular ya que afirma que se puede comprobar que un partido es totalitario y que sólo busca el poder en base a que el único fin de un partido político es su propio crecimiento sin límite.

A pesar de encontrarnos frente a una falacia, se puede entender a lo que Weil quería llegar con esto; no era más que una crítica a los sistemas políticos de esa época (fascismo), que tiene, de hecho, bastante de real, y quería "iluminar" con verdad y justicia a la sociedad.

En su obra más trascendente; Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social (1934), se encuentra la siguiente frase:

"En general, entre los seres humanos, las relaciones de dominación y sumisión, al no ser nunca plenamente aceptables, constituyen siempre un desequilibrio inevitable que se agrava continuamente; es así, incluso, en el ámbito de la vida privada, donde el amor, por ejemplo, destruye todo equilibrio desde que intenta esclavizar a su objeto o esclavizarse a él; pero ahí, al menos, nada exterior se opone a que la razón vuelva a ordenarlo todo, estableciendo la libertad y la igualdad, mientras que las relaciones sociales, en la medida en que los procedimientos mismos de trabajo y de combate excluyen la igualdad, parece que hacen pesar la locura sobre los hombres como una fatalidad exterior. Por el hecho de que no hay nunca poder, sino solamente carrera hacia el poder, y una carrera sin término, sin límite y sin medida, no hay tampoco límite ni medida a los esfuerzos que exige; los que se entregan a ella, obligados a hacer cada vez más que sus rivales, que a su vez se esfuerzan en hacer más que ellos, deben sacrificar no solo la existencia de los esclavos sino la suya propia y la de sus seres más queridos. Es así como Agamenón, que inmoló a su hija, revive en los capitalistas que, para mantener sus privilegios, aceptan a la ligera guerras que pueden arrebatarles a sus propios hijos."

Aquí tenemos un argumento que es un dilema y que utiliza al mismo tiempo analogías; comparaciones entre la vida privada y la sociedad, ya que dice que este desequilibrio que se hace entre el oprimido y el opresor, en la sociedad  busca el opresor esclavizar a un objeto; excluyendo la igualdad, y que siempre esto va a acabar de la misma manera; la explotación de los hombres hacia otros hombres, aunque, a pesar de esto, el hombre busca de manera innata la libertad...