Contracrítica: Bourdieu y Foucault
Pierre Bourdieu (1930-2002) fue un intelectual francés de orígenes campesinos, reconocido a nivel mundial por ser uno de los más destacados representantes de la sociología contemporánea.
Abordó temas que le preocupaban, como el desempleo en las personas, la crisis de la vida campesina en Argelia y Francia o el carácter represivo de las instituciones educativas. Estudio también el lenguaje del cuerpo y las relaciones de género en Argelia; las "formas de dominación masculina".
Su filosofía y sus estudios se pueden resumir en la siguiente frase: "los efectos de la dominación y la lucha por la igualdad".
En 1962 publicó su libro Los herederos, mismo que lo hizo bastante famoso como sociólogo y en el que, en base a diversos estudios de campo demuestra que las instituciones escolares en vez de dar opciones igualitarias, benefician a quienes pertenecen a sectores socioculturales y económicas privilegiados, reproduciendo así el mismo comportamiento.
Hacia 1965, empieza los estudios sobre prácticas culturales. Fundó el centro de sociología de la educación y la cultura.
Más tarde, en su libro La Miseria del Mundo denuncia el sufrimiento social: hace una mezcla de sociología con antropología para estudiar la problemática de la exclusión social; haciendo hablar a los excluidos del mundo globalizado.
Bourdieu piensa que la lógica del sistema es perpetuar el privilegio y la desigualdad, y, en ese sentido, no es como los propone Marx: las sociedades no están divididas en dos clases, sino que hay un espacio social, habiendo varios tipos de capital:
.Económico: Son los sectores de tierra, fábrica, trabajos, bienes, propiedades y autos.
.Capital social: Conjunto de relaciones sociales; contactos, conocidos, amigos, parientes.
.Capital cultural: Permite acceder a consumos refinados o a reconocimientos académicos.
En esos espacios sociales se reparte el capital global.
Las clases surgen de una red de relaciones, misma que abarca desde dónde se estudia hasta qué música se escucha. Es aquí donde entra el concepto de campos, que se puede explicar como las configuraciones de clases o relaciones sociales donde los grupos se unen y se relacionan. Los campos son dinámicos y producen una jerarquización entre quienes tienen el poder y quienes aspiran a tenerlo. Todos los campos y las formas de capital están relacionados con formas de poder.
El estado tiene el monopolio legítimo de la violencia física y simbólica, esta última es la dominación en sociedades de clases: los dominados piensan con las categorías mentales heredadas de los dominantes. Es en ese punto en el que se pude decir que la dominación empieza por la palabra; allí entran mecanismos de censura que se anclan a cada individuo (que puedo o no decir), es así que podemos ver al lenguaje como un instrumento de poder.
Entonces, la violencia simbólica más la física y la economía hace que las desigualdades se reproduzcan.
Bourdieu habla entonces de la colonización mental, de esta forma, realiza una crítica a la televisión, pues dice que esta es una forma que manipulación que ha fagocitado al periodismo y que va rumbo a fagocitar la cultura.
La ideas de Bourdieu deben estudiarse como un conjunto de relaciones, lo que Bourdieu llama "campos sociales". Se entremezclan la parte social y el individuo y así es como funciona el poder.
A mi parecer, la filosofía de Bourdieu tiene mucho sentido, y es una buena forma de entender las estructuras de poder, mismas que rigen al mundo; una red que no podemos ver pero que sostiene absolutamente a toda la cultura, también considero que es muy importante la crítica social que hace Bourdieu a las instituciones educativas, que concuerdo con que es desde esas instituciones que se reproducen los comportamientos sociales; efectivamente, el lenguaje es un instrumento de poder. Es importante cuestionarse y criticar el mundo, sin embargo, no todo el mundo concuerda con las afirmaciones de Bourdieu.
El investigador docente Trajtenberg hace una crítica hacia el pensamiento de Bourdieu, en primera instancia, lanzando una crítica a su estructura diciendo que "Leer a Bourdieu es un ejercicio tortuoso e irritante. Sus textos son intimidantemente oscuros, impenetrables, exigiendo un importante ejercicio de paciencia." (Trajtenberg, 2005: 2). Con esto, Trajitemberg, se refiere a que uno de los problemas que se le pueden criticar a Bourdieu es la claridad expositiva; resulta difícil leer sus textos y comprender lo que quiere decir: "Bourdieu tampoco exhibe elevado interés por jerarquizar las ideas. Muchas veces en un mismo párrafo se observan superposiciones de definiciones, ideas generales, opiniones[...]" (Trajtenberg, 2005: 4).
Otra cosa que critica, en términos de contenido, se puede resumir en los siguientes tres puntos:
Un primer elemento es la explicita insistencia de Bourdieu en el hecho de que estos esquemas claves de pensamiento y acción son implantados involuntaria sistemáticamente en la temprana niñez de las personas. No parece haber mucho margen de elección o reflexión para los individuos, o al menos que lo distinga de modelos determinísticos previos asociados al estructuralismo (Jenkins 1992). Por otra parte, este habitus está fuertemente determinado por las condiciones sociales, económicas y materiales experimentadas por el individuo, fundamentalmente la afiliación de clase. Es decir, la dimensión motivacional, cognitiva, los propios intereses, metas, prácticas y comportamientos de las personas se derivan y están fuertemente determinados por la dimensión objetiva y material enfrentada. En los hechos, es una internalización inconsciente que los actores realizan de dichas condiciones. En segundo lugar, el elemento interactivo e intersubjetivo de la vida social y central en las críticas de Bourdieu a versiones estructuralistas precedentes, no es consecuentemente incluido en su teoría. Estamos frente a una teoría solipsista donde al individuo solitario le es inoculado un habitus desde una estructura objetiva y social a la cual queda asociado.
En la discusión acerca del habitus y sus operaciones no hay llamados al orden desde el grupo ni consideraciones acerca de las reacciones de los otros. El habitus asegura que la persona actuará inevitablemente de acuerdo a la lógica de la situación. El origen de las acciones de los individuos no se encuentra en sus interacciones con otros individuos sino en las estructuras objetivas que debe confrontar. En tercer lugar, cuando se analizan las partes donde Bourdieu es más explicito acerca de cómo funciona el habitus el excesivo y problemático colectivismo es indisimulable. Los individuos reciben este repertorio predefinido de disposiciones cognitivas, motivacionales y comportamentales que son funcionales a los campos de acción de las personas. Y los actores actúan en base a ellos pero son completamente inconscientes de su internalización y de su operación como guías de acción. Es decir, la autonomía del agente está debilitada doblemente. No solo estamos ante un actor cuyos intereses, preferencias, metas y valores le son definidos externamente, carece de control sobre los mismos, y más importante aún, que no son pasibles de ser cuestionados o problematizados. Sino que adicionalmente, el actor ni siquiera sabe que está guiado por este habitus. (Trajtemberg, 2005: 345-350).
Entre los 60's y 70's surgió otro gran pensador de la sociología: Michel Foucault (1926-1984), también de origen francés.
Foucault era una persona empática, que buscaba iluminar las zonas de sombra de la sociedad. Estudió el funcionamiento de la cárcel, de los hospitales, de los asilos para ancianos, etc. proponiendo que estas son estructuras que nos llevan a redefinir los sistemas de poder instalados y aceptados socialmente. Hablando, y metiendo a colación el tema de la normalidad en las sociedades, usada comúnmente como una herramienta de poder. Esto se puede explicar, en palabras de Foucault de la siguiente forma: "Cuando algo no puede enunciarse en términos de bien y mal, se lo expresa en términos de normal y anormal". Entonces, Foucault realiza un análisis de las cárceles para explicar los sistemas de poder: tomando ese modelo de disciplinamiento social y extendiéndolo a todo el espectro de los estudios sociales. Las prisiones fascinan, por que puede haber un mal sin límites, de hecho, la gente exige que existen las prisiones y el formato de la cárcel se extiende a otros lugares como los asilos para ancianos, incluso a la escuela.
Foucault estudia también la relación entre el poder y el saber, partiendo de la pregunta ¿Saber es poder?, ya que se pregunta cómo actúa el saber para articular al poder. Lo explica de a siguiente forma:
-Un grupo de poder establece qué es la verdad, por lo tanto, no existe una verdad absoluta y no existe un saber en realidad.
-Saber es lo que un grupo de gente comparte y que decide lo que es la verdad: define lo correcto y lo incorrecto.
-A través de la verdad, el poder controla el pensamiento y la voluntad en un proceso de normalización: Normalizar implica numerar y controlar a los individuos para que cumplan con su rol dentro del cuerpo social: Un cuerpo social se normaliza por medio del lenguaje, la arqueología del saber, parte de definir algo por su opuesto, en ese sentido, el lenguaje se traduce en discursos.
Discurso: escritos pertenecientes a un área de saber técnico provisto de un saber especifico; por ejemplo: discurso de locura- anormal: definición de normalidad.
Es decir, que "Sólo por la anormalidad sabemos qué es normal": Nos pasamos estudiando la anormalidad.
Es allí donde se establecen relaciones de poder: El normal sobre el anormal.
Según Foucault, el capitalismo se perpetúa gracias al ejercicio de poderes que se hayan presentes por todo el cuerpo social, entonces, hay micropoderes y no es dominantes y dominados como decía Marx, sino que está en todo el cuerpo social, por la formación de una "sociedad disciplinaria", que lleva a la productividad y al crecimiento del capitalismo por la aceptación de las normas.
El control está depositado en seducción, el hedonismo, el consumo y biotecnologías. Entonces surge otro concepto importante que nos permite explicar la teoría del poder según Foucault: La biopolítica.
Biopolítica es el pensamiento de que la ideología requiere del control del cuerpo del individuo, lo importante es lo biopolítico. La biopolítica trata de que los cerebros se autorregulen. Es la implementación de relaciones políticas sobre la vida, dando en cuerpos individuales y en poblaciones, su objetivo es la gestión total de la vida.
Sin embargo, las relaciones de poder varía debido a la resistencia. Y, aunque, el hombre de la modernidad es un hombre centrado en sí mismo, un sujeto o un hombre de arte es la mejor forma de resitencia ante la biopolítica.
Por último, Foucault define al poder como una red compleja y multidireccional, continua y azarosa.
Me parece que Foucault toca temas de gran importancia social; y la forma en la que define "normalización" puede llevar a diversas reflexiones acerca de la sociedad y de la cultura; de la forma en la que se maneja el mundo.
Michel Foucault tiene ideas bastante polémicas, y por lo mismo a sido varias veces criticado.
Uno de esos críticos es Pablo Guevara, quien dice que dice que "Foucault resalta de esa concepción tradicional del poder la estrecha relación que hay entre éste y el derecho:[...] Sin embargo, esa concepción ya no resulta adecuada. Tanto porque no abarca los nuevos mecanismos del poder, como porque el Estado y el derecho dejaron de ser el principal factor de expresión del poder en las sociedades modernas". (Guevara, 2006: 5). Guevara justifica esta afirmación en la siguiente cita de Foucault:
".., los nuevos procedimientos de poder que funcionan no ya por el derecho sino por la técnica, no por la ley sino por la normalización, no por el castigo sino por el control, y que se ejercen en niveles y formas que rebasan el Estado y sus aparatos. Hace ya siglos que entramos en un tipo de sociedad donde lo jurídico puede cada vez menos servirle al poder de cifra o de sistema de representación..." (Foucault,1989: 109).
Porque, "Al olvidar las demás manifestaciones del poder, resulta una concepción insuficiente porque lo reduce y limita al macro poder del Estado: un poder concentrado que se manifiesta jurídicamente en la soberanía y todo lo concerniente a ella" (Guevara, 2006: 5).
También, Guevara dice que:
Aunque en ningún momento Foucault se compromete dando una definición clara y precisa del poder, que pudiera servir de base a su teorización, y aunque tampoco elaboró una exposición sistemática y analítica de ésta, sí pueden hallarse proposiciones teóricas y elementos conceptuales suficientes a lo largo de su obra, especialmente en los textos que hemos escogido, para «construir» una caracterización más o menos satisfactoria e inteligible de lo que entendió por poder. (Guevara, 2006: 7).
Finalmente, Guevara menciona, partiendo de una opinión personal que:
Aparece también confuso y contradictorio en la teorización foucaultiana es el del poder concebido, por un lado, como una red difusa que se impone sin sujetos poseedores de intenciones y voluntad propia, y, por el otro, el poder entendido como relaciones estratégicas de fuerzas. Ambas ideas son incompatibles o, cuando menos, no se pueden conciliar coherentemente. Si afirmo que el poder hay que analizarlo en términos de [...] si, precisamente, a la concepción estratégica, por definición, le es consustancial la existencia de unos sujetos-actores con intereses, intenciones y voluntad propia, que se trazan objetivos y diseñan estrategias para el logro de esos objetivos? Estimo que Foucault, en su afán por suprimir la idea de un sujeto trascendental, ha ido demasiado lejos al suprimir también la presencia de un sujeto-actor con intencionalidad estratégica que interviene en las relaciones específicas y fragmentadas de los poderes disciplinarios. Además, si no se le da ninguna autonomía al sujeto-actor en las relaciones de poder, surge un problema de incoherencia con la idea de resistencia defendida por Foucault, pues ¿cómo se puede resistir quien carece de toda posibilidad de decidir con algún grado de libertad? Claro está que no se me escapa el fenómeno al que quiere referirse Foucault cuando nos presenta a las sujetos inmersos en la concreción de las prácticas disciplinarias sin autonomía y como meros intérpretes de papeles que ellos no crearon, que no es otro que el de los condicionamientos estructurales que limitan las posibilidades de realización de las voluntades subjetivas, y que son justamente, desde nuestra perspectiva, los límites que se le presentan a todo poder. De no existir límite alguno a la voluntad subjetiva estaríamos ante la presencia de un poder absoluto que, obviamente, no pasa de ser sino una posibilidad lógica en la medida que no existe en la realidad empírica ningún actor con tal poder. Pero es la idea de estar en capacidad, mayor o menor según los límites que existan en cada situación concreta, de realizar la intencionalidad subjetiva de un sujeto, la que da una de las notas esenciales al concepto de poder, y, en consecuencia, no se puede renunciar a ella. Cuando un sujeto pierde o carece de capacidad de imponer su voluntad, es que no tiene poder. Por ello se considera a la tiranía como la forma política en la que se alcanza la mayor posibilidad de ejercicio del poder, mientras que en un estado democrático de derecho el gobernante no ejerce el poder sino la autoridad que le confiere la ley. (Guevara, 2006; 24)


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